Hola, hoy inicio la bonita andadura a través de la vida más «fotogenika» en éste proyecto con una historia que personalmente a mi me hizo ver la vida de otra manera. Y sobre todo, mi forma de ver la fotografía. Y hoy te voy a contar que le hice fotos callejeras a un mimo.
Resulta que durante los preparativos de una boda especial, la pareja (ella, amiga de la infancia) me propuso visitar el pueblo de él (Oropesa de Toledo), donde se celebran unas fiesta medievales realmente bonitas y bien organizadas. (más info aqui: https://www.oropesadetoledo.es/jornadas-medievales-2023 )


Y ocurrió que, debido a mi talante aventurero, no me lo pensé y allí que me presenté sin saber muy bien a lo que iba. El pueblo es muy bonito, está más cerca de Portugal que de mi casa, pero eso no fue un impedimento para que me diera un buen madrugón y me plantara allí.
Tiene un castillo con su muralla y sus almenas, muy al estilo del Castillo de Sabiote, donde también se celebran unas fantásticas fiestas Medievales ( https://sabiote.com/fiestas-del-medievo/ ), y organizan muchas actividades, combates a caballo, lanceros, se escenifican diferentes momentos históricos de la época, y montan un mercado realmente bonito y muy realista.








La fiestas medievales de Oropesa de Toledo
Una de las actividades que culminan éstas jornadas es la del desfile de tropas cristianas: una especie de procesión en la que los ciudadanos y visitantes se presentan caracterizados y atraviesan el pueblo en pos de una gloriosa tarde festiva allende los muros de la fortaleza…
















Se inició el desfile
Pues bien, estaba iniciándose el desfile y se encontraba éste hombre en una calle aledaña que casualmente era una de las que se usaban para el discurrir de la comitiva medieval. Allí se encontraba en silencio, con su mínima caracterización, su elegante aunque viejo traje, su cara maquillada y expresando con su rostro serio y tenue la gravedad del momento. Una persona, en definitiva, que igual viene de vuelta de mil batallas y que sólo necesita unas monedas para un bocadillo y una cama en la pensión. Aquí fue cuando le hice fotos callejeras a un mimo.


No se bien, qué es lo que el hombre había hecho, o lo que realmente estorbaba apoyado en la pared y en la acera, pero algunos miembros de la comitiva se encargaron de quitarlo de allí a empujones, llegando a insultarlo y hacer que recogiera sus cosas y se marchara de allí. Desde aquí mi máxima condena a estos malandrines. No estuvo bien. No señor.
Continué con mi paseo con la pareja no sin mi malestar y un pequeño nudo en el estómago que me generó esa situación. Había podido fotografiarlo no obstante en su momento de «actuación», momento que me parece precioso y maravilloso…si le hubieran dejado un ratito más. Finalizamos el reportaje y volví a casa.
…y pasó el tiempo
Pasado el tiempo, y dado que el retrato es una de mis pasiones dentro de mi trabajo, se dio la casualidad (o no…) que una de las fotos que le hice a éste señor estaba expuesta en una Sala Expositiva en Linares: La Galería ( https://www.facebook.com/Lagalerialinares).
Y alguien, cuando vio la foto en cuestión, tuvo a bien llamarme para contarme que el protagonista se encontraba en Linares, llevando su mimo y su estilo de vida hasta la ciudad en la que vivo. No pude por menos que alegrarme y tuve la necesidad de conocerlo para decirle lo mal que me sentí cuando lo trataron tan mal en ese pueblo aquella vez.
…y me sentí genial
Así que fui a verlo y le regalé una copia de esa foto que con tanto cariño había hecho, y él la recibió con una gran sonrisa en la cara, ya no estuvo serio, al menos ese rato. Aquí está la publicación que hice en una de mis redes sociales: https://www.facebook.com/german.munoz.948/posts/10209479006949642


Ese día me sentí muy bien, creo que ver sonreír a una persona no tiene precio. Hacer el bien no tiene precio, y si es con mi trabajo, mucho mejor. Encontrarse con éste señor por tierras manchegas, a unos 400 km de linares, hacerle una foto, y él no lo ha sabido hasta ese momento… no tiene precio. Esta foto a dia de hoy es una de las más queridas por mi, y no podía por menos que regalarle el recuerdo, darnos un abrazo por el reencuentro, y contároslo a todos vosotros. Ni que decir tiene que ese abrazo me supo a gloria.Gracias al Karma…
Creo que las cosas que pasan en la vida siempre ocurren por algo. Y como dice el refrán, dicen que es de bien nacidos ser agradecidos…
Espero que no te hayas aburrido de ésta historia y hayas llegado hasta aquí. Y que te hayas sentido tan bien como yo.
Si te ha gustado, puedes no compartirlo en tus redes, o si , o puedes no dejarme ningún comentario, o si… Lo que veas.
Yo estuve ahí contigo y pude ver ésa boda 💒 y el pueblo tan chulo y lo bien que preparan esas fiestas medievales pues el pueblo estaba para reventar
Gracias a personas como tu es que merece la pena no sólo ver lo que hacéis si no el sentimiento con el que lo hacéis hacia la profesión,como hacia las personas que fotografías en tu día a día. Enhorabuena!
Porqué no pensar que el destino, aunque en algunas ocasiones lo denominamos casualidad, pudiera estar escrito. Porqué no creer que el azar no vendría ya premeditado de antemano.
La razón de aquello que nos sorprende agradablemente, porque en un momento dado se cruce en nuestra vida algo que deseamos con esa estrella que nos lo ponga delante, yo la llamo suerte, que es una palabra bonita, agradable y alegre. Suerte amigo para todo lo empeños en los que te embarcas.
Un relato precioso y bien escrito, te deseamos lo mejor, muchos besos!!
Q bonito hacer sentir a ese Mimo q no es invisible, que hay personas que también miran con el corazón ❤️.
La foto es un arte pero tu eres el artista!!! Gracias por compartir esta bonita vivencia.